sábado, 7 de marzo de 2009

Un instante en la vida propia

16memorias Camilo Botero Jaramillo, Colombia
- Despega, en todos los sentidos del término. Te pega a la historia y no te suelta.
- Sales del cine pensando que todas las buenas novelas y las buenas películas que has leido y visto últimamente están atravesadas por el tema de la familia y de la memoria.

Lo que me molestó en Un instante en la vida ajena, documental español de José Luis López Linares, que aunque suene contradictorio me gustó mucho... lo es que me molestó digo en esa película es que se sentía demasiado la distancia entre el "cineasta" y su "objeto". Demasiada ficción para un material tan documental. Aquí, el procedimiento es bastante parecido, pero logra que esa distancia no se sienta y que el objeto no sea solo un objeto, sino que lo construye como un verdadero sujeto.

El procedimiento es utilizar imagenes de archivo familiar, en este caso tomas hechas entre las décadas del 40 y del 70 en Colombia por un padre de familia burgués (excelente camarógrafo) y bastante tradicional, el señor Posada. Las tomas no tienen sonido, son escenas familiares, fiestas de cumpleaños de sus muchos hijos (perdí la cuenta cuando eran como seis), paseos a la finca cercana a Medellín (creo que es Medellín donde viven), bautizos, primeras comuniones, bodas y entierros. Van transcurriendo muy bien editadas en sentido cronológico, con una banda sonora hecha a posteriori y que solo adiciona unos cuantos ambientes sonoros y "folleys", y con unos cartones al estilo del cine mudo que separan los capítulos.

No es una historia extraordinaria sino la vida de una familia colombiana durante más de dos décadas, y eso provoca una emoción muy fuerte porque uno ve cómo se construyen las culturas y las identidades, cómo la Historia no es más que una suma de pequeñas historias como ésta. Además, para seguir con la idea de Barthes que da nombre a este blog, al mismo tiempo que te pega las narices al espejo que es la pantalla, te permite despegar un montón de ideas y de memorias, de comparaciones y de paralelos, y terminas pensando no en los Posada sino en tu familia, no es Santa Catalina sino en Gualaceo, no en los otros sino en tí mismo.

http://www.16memorias.com/

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